Primero
que todo partamos con la definición de la palabra Felicidad. Le pregunte a
nuestro amigo más informado del mundo Google y me contestó que la Felicidad es un estado de ánimo que se produce en la persona cuando
cree haber alcanzado una meta deseada y buena. Tal estado propicia paz
interior, un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a
conquistar nuevas metas. Es definida como una condición interna de satisfacción y alegría. Obviamente depende de cómo cada quien considere lo que
es la felicidad en su calidad de vida.
De
acuerdo con diferentes filosofías a
través de nuestra humana historia podemos analizar cuál sería la ideología más
enfocada para alcanzar la siempre anhelada dicha.
En la filosofía griega clásica hay tres posturas:
- Ser feliz es autorrealizarse, alcanzar las metas propias de un ser humano (eudemonismo), postura defendida por Aristóteles. En cierto sentido, también Platón puede ser encuadrado en esta postura, si bien el horizonte de la felicidad, según Platón, se abre a la vida después de la muerte.
- Ser feliz es ser autosuficiente, valerse por sí mismo sin depender de nada ni de nadie (cinismo y estoicismo).
- Ser feliz es experimentar placer intelectual y físico y conseguir evitar el sufrimiento mental y físico (hedonismo). Es la postura que defiende Epicuro.
También
existen otras corrientes filosóficas tales como:
- El Racionalismo: concibe que la felicidad como una adecuación de la voluntad humana a la realidad.
- Los Utilitaristas: sostienen la felicidad como concepto de satisfacción de los placeres superiores.
- El New Thought: La felicidad es una actitud mental que el individuo puede asumir conscientemente, es una decisión.
Ciertamente
y con todo el respeto que se merecen nuestros pensantes con toda su
valiosa aportación acerca de cómo alcanzar la felicidad,
considero que todos los conceptos enumerados y no enumerados nos lleva al mismo punto: para conseguir la apreciada
felicidad hay que realizar ciertos sacrificios personales. Entendamos como
sacrificios a las renuncias ó
privaciones que debemos asumir para poder lograr el sueño de ser felices. Ahora
en este momento y preciso instante millones de individuos están abandonando su
bienestar material, el ser amado, la vida lujuriosa y libertina, y hasta la
vida misma……..todo para sentir la
felicidad, según los esquemas
mentales de cada quien.
Entonces,
retornamos a la pregunta del millón: ¿Hay felicidad completa? La verdad es que
nadie sabe, y muchos creen saber.
Prefiero pecar por ignorante a pasarme de lista. Mi opinión personal: ¡Carpe
Diem!
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